Si estás aquí, el universo quiso que conectemos y que hoy conozcas las razones que me hicieron despertar y estar hoy alineada a mi propósito de alma.
Mi familia ha sido mi fuente de inspiración, de ellos aprendí que la vida es un cúmulo de experiencias, que no hay buenas ni malas, que simplemente hay aprendizajes.
Gracias a ellos pude levantarme luego de una crisis emocional y económica vivida en el 2017. Ese año me tocó replantearme toda mi existencia, aparecieron preguntas y dudas de cómo llevaba mi vida.
¿Realmente estoy dónde quiero? ¿Hago lo que quiero? ¿Comparto mi vida con quién quiero? estas preguntas me hicieron reflexionar y entender que debía romper mis propios paradigmas y construir la realidad que quería.
Mi familia fue mi gran pilar, mi padre me enseñó que el cuerpo era mi vehículo terrenal y que debía buscar un equilibrio, ya que era fundamental para superar esta crisis. Mi madre me mostró que solo siendo consciente de mis alimentos y reconociendo mis emociones podría comenzar mi proceso de sanación.
Mis abuelos me mostraron las claves para alcanzar la paz y me enseñaron a conectar con mi espiritualidad. De ellos tomé la sabiduría ancestral y aprendí los rituales que han acompañado a mi familia a lo largo de las generaciones. Con el permiso de mi Clan, mi árbol me abrazó y me dio su bendición.
Volví a mis raíces para habitarme y así repararme, y junto a ellos, mi familia, pude mirar lo que era realmente valioso. Fue allí donde recordé los momentos más alegres entre mi hermana y yo, volviendo al pasado miré a mi niña interior feliz viendo a mi padre correr maratones. Me vi reflejada en la historia de mis padres, en los años 90 mi padre fusiona su pasión por el deporte con la ropa, y crea su línea de ropa llamada “Affairs”, justo cuando le tocó a él superar su propia crisis personal.
Mi hermana, me animó a unirme a ella y a su proyecto de Viive. Viive representa con dos ii nuestra unión y fraternidad. En aquel momento no era consciente que había sembrado una semilla que hoy es un movimiento de liberación y reconocimiento de nuestro propio ser.
Viví una crisis que me invitó a reinventarme y que hizo replantearme todo en mi existencia. Hoy puedo decir que gracias a Viive hoy vivo.
¡Estoy donde quiero estar! Con quien quiero estar y haciendo lo que está alineado con mi propósito de alma.
Pero sobre todo, hoy entendí que mi familia Viive en mí, mi país Viive en mí, soy una ciudadana del mundo que Viive y es feliz por ello.
María de los Ángeles Montilla Ramírez
| Honro a todo mi clan por permitirme hoy Vivir |
